Los únicos regalos del mar son golpes duros…y, cada tanto,
la oportunidad de sentirse fuerte.
No conozco mucho el mar…pero si se que así es.
Y también se que es importante…
no necesariamente ser fuerte, sino sentirse fuerte…para medirse a si mismo,
al menos, una vez…para encontrarse en las condiciones mas primitivas…
y enfrentar la ceguera y la sordera a solas…
sin nada que te ayude salvo las manos y la propia cabeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario