Demasiadas veces tenemos miedo.
Dejamos que nuestros temores se apoderen de nuestras esperanzas.
Decimos que no cuando queremos decir sí.
Nos callamos cuando queremos gritar, y gritamos con todo, cuando deberíamos cerrar la boca.
¿Por qué?
Después de todo sólo vivimos una vez y no hay tiempo de tener miedo, ¡Entonces basta!
Hacé algo que nunca hiciste, atrevete, olvidate de que te están mirando, intentá la jugada imposible, corré el riesgo.
No te preocupes por ser aceptado, no te conformes con ser uno más.
Nada te ata, nada te obliga.
Si vos mismo no tenes nada que perder.
Y todo... todo por ganar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario